¡HOLA!
Una semana más como todos los lunes vuelvo por aquí. Esta semana dedicaré mi entrada a las nuevas adicciones, consideradas la adicción al móvil y a las redes sociales.
Estas adicciones hacia las redes sociales y hacia el móvil, reciben el nombre de ciberadicciones, empiezan en los 90 pero actualmente ha aumentado. Este tipo de adicción es difícil de clasificar entre un ámbito inofensivo o adictivo.
Cada vez más, las consultas psicológicas están llenas por este tipo de adicción. A continuación os dejo algunos síntomas que se producen cuando se da esta adicción.
Como podéis observar los síntomas son mucho y cada vez empiezan a una edad más temprana, debido a que la infancia vive conectada, la culpa de esto recae especialmente en padres y madres que la mayoría de las veces recurren a una pantalla para evitar actuaciones de mal gusto o para conseguir un fin sin tener un enfado con el/la menor por eso está en nuestra mano trabajar contra esto.
Actualmente existe ya una fobia, llamada nomofobia.
La nomofobia es el miedo irracional a estar sin teléfono móvil. El término proviene del anglicismo “nomophobia” (“no-mobile-phone-phobia”). La dependencia al dispositivo electrónico genera una infundada sensación de incomunicación en el usuario cuando este no puede disponer de él, bien porque lo haya dejado olvidado en casa, bien porque se haya agotado su batería o esté fuera de cobertura.
Esta fobia la sufre más de la mitad de la población, pero no somos conscientes de ello.
Y tú ¿puedes vivir son móvil? ¿Pasas más tiempo conectado/a del que quieres? ¿Tienes adicción o un uso responsable? ¿Te da felicidad estar conectada 24 horas a un teléfono móvil?
La cantidad de preguntas que se pueden formular en este tema son infinitas. Espero que os sirva para reflexionar y buscar siempre un ratito de desconexión, muchas veces es muy necesario para poder vivir bien.
¡Hasta pronto!
Una semana más como todos los lunes vuelvo por aquí. Esta semana dedicaré mi entrada a las nuevas adicciones, consideradas la adicción al móvil y a las redes sociales.
Estas adicciones hacia las redes sociales y hacia el móvil, reciben el nombre de ciberadicciones, empiezan en los 90 pero actualmente ha aumentado. Este tipo de adicción es difícil de clasificar entre un ámbito inofensivo o adictivo.
Cada vez más, las consultas psicológicas están llenas por este tipo de adicción. A continuación os dejo algunos síntomas que se producen cuando se da esta adicción.
- Pérdida de interés en quedar con amigos y pasar tiempo con ellos.
- Quiere estar solo la mayoría del tiempo, incluso si sus amigos están cerca.
- Se vuelve irritable o se enfada si no puede volver a su ordenador o teléfono para comprobar las redes sociales.
- Cualquier actualización de sus redes sociales le hace reaccionar de forma muy intensa.
- Está en su habitación cada vez más tiempo y no quiere salir.
- Cuando alguien se acerca, apaga la pantalla del ordenador o teléfono móvil.
- Se comporta a la defensiva a la mínima provocación y se enfada si alguien usa su ordenador o teléfono.
- El número de amigos o seguidores influye en cómo se percibe a sí mismo o el nivel de popularidad que tiene.
- Comparte demasiados detalles privados y fotos en las redes sociales. Esto puede relacionarse con su necesidad de aprobación social y se reconocido por sus amigos.
- Termina rápido otras tareas para pasar más tiempo en las redes sociales.
- Puede evitar reuniones sociales o no cumplir sus compromisos y horarios.
- Problemas de visión.
Como podéis observar los síntomas son mucho y cada vez empiezan a una edad más temprana, debido a que la infancia vive conectada, la culpa de esto recae especialmente en padres y madres que la mayoría de las veces recurren a una pantalla para evitar actuaciones de mal gusto o para conseguir un fin sin tener un enfado con el/la menor por eso está en nuestra mano trabajar contra esto.
Actualmente existe ya una fobia, llamada nomofobia.
La nomofobia es el miedo irracional a estar sin teléfono móvil. El término proviene del anglicismo “nomophobia” (“no-mobile-phone-phobia”). La dependencia al dispositivo electrónico genera una infundada sensación de incomunicación en el usuario cuando este no puede disponer de él, bien porque lo haya dejado olvidado en casa, bien porque se haya agotado su batería o esté fuera de cobertura.
Esta fobia la sufre más de la mitad de la población, pero no somos conscientes de ello.
Y tú ¿puedes vivir son móvil? ¿Pasas más tiempo conectado/a del que quieres? ¿Tienes adicción o un uso responsable? ¿Te da felicidad estar conectada 24 horas a un teléfono móvil?
La cantidad de preguntas que se pueden formular en este tema son infinitas. Espero que os sirva para reflexionar y buscar siempre un ratito de desconexión, muchas veces es muy necesario para poder vivir bien.
¡Hasta pronto!
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